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Weinacht am Dom

Así es, señores, la Navidad -en mayúsculas- ya ha llegado a Colonia. No hay más que dar una vuelta por el centro y pasear por los abarrotadísimos Weinachtsmärkt (mercadillos navideños): una ambientación muy bonita y alegre hasta que te encuentras atascado entre la multitud… por suerte siempre hay alguna Gasse (‘callejuela’, en alemán) por la que escaparse. Pero es lo que toca en la época del Advent (el ‘Adviento’ de la religión catalólica, es decir, la temporada previa a la Navidad). Ciertamente si estáis por la zona, esta es una cita ineludible. Si queréis más información sobre los mercadillos y ubicación, visitad el blog hermano de El Colonés, en el que se habla con mayor detalle del tema. Como no quiero repetir lo que ya se ha dicho en el otro post, a mí me gustaría hablar de mis impresiones sobre los mercadillos. Para empezar, lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de puestos de comida. Ya pueden ser puestos en qué sirven Glühwein (‘vino caliente’), de Waffel (‘gofres’), crêpes, o, por supuesto, de patatas…. que ya pueden ser fritas, chafadas, refritas y no sé cuántas cosas más que pueden llegar a hacer con las Kartoffel, un ingrediente básico en la cocina alemana.Kartoffel

Luego no podían faltar los puestos de Curry Wurst, algo que de por sí ya se puede encontrar durante todo el año en cualquier calle corriente y moliente. La diferencia es que en los Weinacht Markt lo hacen a la brasa. Total que al final con toda esta comida hay tal mezcla de olores que uno ya no sabe si le apetece comer, desayunar o cenar.

Curry Wurst

Por si después de todo esto nos quedamos con hambre, hay unos cuantos lugares con todo tipo de golosinas, pueden ser chocolatinas, nueces de macadamia, etc. Algo muy típico es el chocolate con forma de corazón, reservado para los enamorados, que por si el corazón no queda bastante claro además está escrito «Ich liebe dich» (te quiero).

Ich liebe Dich

El resto de puestos no me han llamado especialmente la atención. En algunos había ropa, en otros joyas… vamos, las típicas cosas que te encuentras cuando hacen una feria. Tenía la esperanza de encontrar alguna figurita de belén, pero ha sido una misión imposible. En su lugar he encontrado un montón de enanitos estilo «David el gnomo». Y uno especialmente gracioso ha sido la versión alemana del estimado «caganer»: el enanito que tiene que ir al Toilette.

Toiletten

Personalmente, el mercado que más me ha gustado ha sido el de Altmarkt: tenía las casitas de madera más bonitas y los enanitos graciosos (factor importantísimo), y el que menos el del Museo del Chocolate (había menos gente, pero con razón, porque era un poco aburrido). También me ha gustado mucho ver la pista de hielo: ha sido otra anécdota curiosa, porque cuando hemos llegado, no había nadie y, sin embargo, alrededor de la pista la gente miraba con atención. Y decíamos: ¿será que van a hacer un espectáculo o algo? Pues no. Era simplemente que la gente esperaba que una máquina limpiara (o lo que sea que hacen en las pistas de hielo, que esto es un mundo nuevo para mí, así que no me preguntéis al respecto…). Luego de repente ha salido toda la gente a patinar en tropel y hemos descubierto que miraba otra gente expectante: resulta que eran familiares, esperando a que pasaran por ahí los patinadores.

Y poco más. Otro día me gustaría dejaros un vídeo con las mejores imágenes de los mercadillos. De momento, espero que hayais disfrutado de esta pequeña degustación visual.

Weinacht